viernes, 26 de diciembre de 2014

Una refexión...

Este semana en mi publicación en el blog no quiero hablaros de nada teórico o práctico acerca de todo lo que engloba nuestra  profesión. Esta semana me gustaría hacer una reflexión acerca de la evolución en la sociedad  de la atención al parto. Esto  ha surgido porque estos días se han publicado en periódicos como ABC y  El País artículos que comentan la situación de la asistencia al parto en nuestro país y lo compara con el resto de Europa. Leyendo estos artículos se me pasa un pregunta por la cabeza ¿ evolucionan en paralelo nuestra profesión y las demandas de la sociedad ?

Ambos artículos se hacen eco de la recomendación que hace la Sanidad Británica para que las mujeres con un embarazo de bajo riesgo den a luz en casa y esto lo hacen a través de una guía de excelencia en práctica clínica llamada NICE. Además esta asistencia entra dentro de las prestaciones sanitarias de la Seguridad Social Británica de manera que la mujer no tiene que buscar de forma privada la asistencia a su parto, ni su situación económica influye a la hora de elegir la atención que quiere recibir en su parto. En la comparativa con el resto de Europa nos encontramos con todo tipo de situaciones, desde países donde esta práctica esta prohibida o países como el nuestro donde no existe una regularización clara, países donde simplemente se permite y otros como ya comentamos a parte de permitirlo está dentro de las prestaciones del propio Sistema de Salud.




En España se estima que han sido 800 las mujeres que han decidido parir en casa y siempre buscando la atención de forma privada y con un coste económico al que debe hacer frente la propia mujer .Cada vez son más las mujeres que buscan alternativas al parto tradicional en un Hospital. Son mujeres que reconocen al parto como un proceso normal y natural en la vida de la mujer. Buscan que este proceso se realice en un entorno que favorezca la naturalidad y la intimidad ya que las posibilidades disminuyen una vez que entran en el hospital. Normalmente quienes se deciden por esta opción son mujeres con un parto previo en el hospital que no necesariamente tuvo que ser una mala experiencia sino que son mujeres que buscan algo más en este proceso. En los hospitales las posibilidades de que el parto sea intervenido ( rotura de bolsa amniótica de forma artificial, uso de oxitocina, episiotomía...) son altas y también que sea terminado instrumentalmente mediante forceps o ventosa. Se estima que las posibilidades de riesgo para el bebe son las mismas, tanto la mujer para en el hospital como en el hospital. Las matronas están suficientemente formadas como para poder valorar el proceso normal del parto y reconocer las desviaciones de la normalidad que puedan aconsejar el traslado hospitalario. Hay una serie de condiciones que deben cumplir las mujeres para que el parto se pueda realizar en casa, embarazo de bajo riesgo, que está garantizado un traslado hospitalario de forma rápida, que sea atendido por una matrona profesional e incluso en algunas guías que sea su segundo hijo.

En estas palabras de Susan Bewley, profesora de obstetricia del King´s College de Londres recogidas en el artículo del ABC me parecen de lo más acertadas; " Algunas mujeres prefieren tener al niño en casa o en una unidad de parteras porque son generalmente más seguras. Es su derecho y debemos apoyarlas. Pero si una mujer prefiere tener al bebé en el hospital porque le hace sentirse más tranquila y confiada, es también su derecho. Tener un bebé es una experienca muy personal y no hay un modelo único adecuado para todas las mujeres".

Creo que todos estaremos de acuerdo que medicalizar el nacimiento de un bebé ha traído consigo muchos beneficios, entre otros que España se sitúe entre los países con una morbi-mortalidad perinatal más baja del mundo. Pero quizá hoy en día las mujeres nos están demandando otra forma de afrontar un nacimiento. El número de mujeres que se interesan por otras formas parir que no sea en un hospital o de una manera más natural va en aumento. Es por esto que planteo las siguientes preguntas..

¿ Debería nuestro Sistema de Salud adaptarse a la forma en la que la mujer quiere tener a su bebé ?

¿ Se debería dar alternativa desde el punto de vista público ?

¿ Estamos los profesionales preparados para ello?


Espero que os haya gustado la entrada de esta semana. El objetivo es que nos haga pensar si necesitamos un cambio de mentalidad en el proceso de atención al parto. La demanda cada vez mayor de alternativas y los estudios realizados nos pueden hacer valorar que esto es posible. Debemos avanzar conforme lo hace la sociedad, las mujeres nos piden alternativas, respeto a su decisión y sin por ello disminuir la seguridad para ella y su hijo.





César ( R1 Vigo )





No hay comentarios:

Publicar un comentario